año 2002
Una parte muy importante de mi trabajo en la universidad, la más importante me parece ahora, es la etapa cuando desarrollé una serie de trabajos a los que luego llamé "pintura automática", haciendo alusión a la escritura automática, un ejercicio o juego donde escribes sin objetivo, sin narrativa, sin otra intención que la de continuar escribiendo fluido, y luego de muchas páginas puedes descubrir un contenido más o menos coherente, revelador de cosas que guardas pero no eres consciente de ellas – no recuerdo de dónde saqué este ejercicio –
Existen en la universidad dos tipos de estudiantes: Los que son hábiles en los estudios del natural, y lo que son hábiles en los trabajos de composición libre. Esta definición no es exacta, pero podemos hallar generalmente que quienes tienen facilidad en una cosa no encuentran la misma facilidad en la otra. Yo era de los que encontraba mayor facilidad en los estudios, y la composición libre me costó sudor. Fue con este tipo de trabajo ( la maravillosa ****Pintura Automática*** ) que pude empezar a desenvolver mi composición.
año 2002
Esto empezó así: cierto verano yo volvía de un viaje donde vi mucho grafiti hip hop, y estaba muy interesado en la dinámica y el trabajo con espray, y estaba interesado también en la abstracción que se formaba al hacer el tag (seudónimo del grafitero) muy complejo. No estaba interesado en adoptar un seudónimo y ponerlo en todos sitios. Estaba interesado en la intervención mural.
Mi primera intervención fue de día, por un lugar poco vigilado. Frente a la pared, con la lata de espray en la mano, y sabiendo que debía hacer algo rápido – aún no había decidido qué pintar- hice un esbozo de cierto personaje que solía dibujar a menudo cuando tenía 15 o 16 años. El dibujo fue a mi parecer satisfactorio para ser el primero, pero me pareció curioso haber tomado ese personaje del aire, como si hubiera saltado desde el fondo de mi memoria hacia la pared. Esta curiosidad fue la que luego quise dar forma de ejercicio de composición.
año 2002
La pintura automática es un trabajo prácticamente de improvisación. Empiezo decidiendo unas pocas cosas: la forma y la dimensión del formato a pintar, la gama de colores, y nada más, con ello empiezo a manchar y a buscar las formas, la pintura me va llevando y yo no sé en qué va a terminar, pero debo buscar los recursos para que continúe fluyendo hasta darle un final. Esto empezó a producir una serie de trabajos muy interesantes, pues no sentí que tenía que ser paciente para terminar disciplinadamente un trabajo, y generalmente los resultados fueron una sorpresa. Estaba en un estado que me hacía pintar, y yo no estaba pintando desde la preconcepción o desde una intención definida.
año 2003
¿Es esto pintar? ¿Si no tengo un tema se puede decir que estoy pintando? Cada corriente de pensamiento estético tendrá una posición frente a esta pregunta. Yo pienso que la pintura no se reduce solamente a su tema ( hoy en día hay quienes piensan que sí , que el tema lo es todo y que la forma es muy secundaria , que un gran tema hace una gran obra de arte, y eligen temas fuertes sin trabajarse en la habilidad expresiva) , además pienso que llegar a territorios desconocidos para el artista y avanzar allí, sin certezas, apoyado solo en su habilidad expresiva, sin la interferencia de las preconcepciones, es una de las mayores oportunidades de hallazgos honestos para el artista y de enriquecimiento intelectual.
año 2003
Esta manera de pintar produjo una serie de trabajos y un ritmo muy intenso, siempre en formatos muy grandes debido a mi interés en la intervención mural. La dimensión le dio un extra a esta propuesta; cuando pintas algo muy grande el trabajo adquiere un carácter de gestualidad, tu cuerpo se organiza para trazar adecuadamente y tienes que lidiar con la altura del trabajo, con la manera de hacer líneas curvas o rectas desde cerca pero que se vean como quieres que se vean desde lejos, etc. Como siempre sucede, de todo esto resultaron trabajos interesantes y otros no tanto.
Uno de estos trabajos apareció de una manera muy singular. Estaba yo hacía unas semanas escuchando cierto grupo de indie electrónico, y tenía el disco en mi taller. Esa mañana llegué, puse el disco, corté mi papel para empezar a pintar, y la emoción de la música fue sugiriéndome qué pintar. El indie generalmente tiene un ritmo de batería en 4/4 muy animado, pero las melodías electrónicas y la voz de esta cantante son más bien tristes o melancólicas. Es una alegría melancólica o una alegría triste con algunos bits animados, no puedo describirlo más allá de esto. Definitivamente empecé a plantear mi trabajo con esa emoción, y de alguna manera combiné el carácter de los materiales que usé para pintar con la gama de tonalidades y las mínimas formas necesarias para representar esa emoción, con los elementos que pude atrapar en el momento. Al terminar de pintar yo sabía que la música me había dado un tema y que había entre ambas una relación abstracta. Era mi descubrimiento.
Una semana después llegó la revisión, y me sorprendió que se reconociera la “musicalidad” de esta pintura. Quien la pudo distinguir fue una de las profesoras con mas trayectoria, una persona que ha visto muchísima pintura. Ella la reconoció “metafórica” y “hasta musical”.
año 2003
Si la pintura abstracta es subjetiva ¿Cómo puede hacerse este reconocimiento? Seguramente esta pregunta surge del mal entendimiento de lo que es “subjetividad”. Existe una subjetividad compartida y una “subjetividad” de cosas que sólo significan algo aleatoriamente para cada uno de nosotros. Esta última no es de interés general, pero la primera sí lo es.
Esta etapa de producción yo la consideré como de producción de trabajos terminados. Me refiero a que cada trabajo de pintura automática concluía en una obra de arte abstracto, donde la abstracción pictórica es un ejercicio de ejecución, donde la improvisación no es aleatoria sino manipulada para construir una composición. Donde hay disparadores que son el formato y la gama de tonos y el resto es automatismo, y donde pinto sin preconcepción y a menudo desde lugares de mi mismo que no he identificado. Algunas personas piensan que esta pintura es el resultado de la casualidad, yo pienso que es el resultado del fondo de mi subconsciente saltando al papel.
año 2003
Pienso que la abstracción tiene muchos sentidos y no uno solo, y yo encontré un uso.
Luego de un tiempo de producción no pude evitar copiarme a mí mismo. No sé que cambió, probablemente esta etapa era necesaria para pasar a algo más. En ese momento se me sugirió que tomara un camino de los muchos que había abierto en ese período. ¿Es la improvisación de este tipo, o la búsqueda sin preconcepción o automática una fuente o un recurso de investigación en vez de una meta?
año 2003
333 x 197 cm
Técnica mixta sobre papel
S/T
